jueves, 1 de octubre de 2015

MIS PASOS POR CÁDIZ. DIA 2. Vejer de la Frontera y Conil

En el post anterior os hablé de mis primeras impresiones sobre Cádiz y os hice un recorrido por parte de la ciudad. El segundo día del viaje mis pasos me llevaron a uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Cádiz.

Se trata de Vejer de la Frontera,un pueblo blanco de raíces musulmanas que se situa sobre un cerro, rodeado por una muralla y franqueado por molinos. Desde algunas zonas se puede divisar África a lo lejos pero hay que fijarse bien. Es uno de los lugares que no debéis dejar de visitar por su belleza, su historia y su entorno, a escasos kilómetros de la playa de el Palmar.

Entorno de Vejer de la Frontera

Decidimos empezar a descubrirlo junto a una guía turística para después perdernos por sus calles. Creo que fue una gran idea ya que nos acercamos más a la historia de este singular pueblo lleno de rincones con encanto. El centro es precioso. Destaca la plaza España con su fuente construida con azulejos sevillanos y conocida como la fuente de los pescaitos. 


Plaza de España

Justo en esta plaza hay un restaurante que me gustó mucho. Se llama el jardín del Califa. Tiene, además de un restaurante, una tetería y un jardín precioso donde poder descansar mientras te tomas algo. Es un sitio con un encanto especial lleno de estancias acogedoras. Lástima que no pudimos disfrutar mucho del sitio porque andabamos mal de tiempo pero al menos pudimos conocerlo y pasar un rato en su precioso jardín. Seguro que vuelvo algún día.


 El Jardín del Califa

En cuanto a la gastronomía de Vejer, destacan los dulces típicos vejeriegos que pudimos degustar en la confiteria más antigua del pueblo que tiene un salón con unas vistas increibles. Se trata de la pastelería Galván también conocida como la Exquisita. Destacan las tortas vejeriegas. En el interior de la confiteria hay una exposición de objetos antiguos muy interesantes.

 En la primera foto aparecen las tortas vejeriegas. Son deliciosas.

Sin duda lo mejo para descubrir Vejer es dejarse llevar por las calles estrechas y empinadas por las que hace años caminaban las cobijadas. Desconocía que antiguamente existieron unas mujeres vejeriegas que eran conocidas como las cobijadas o tapadas por llevar un traje negro que dejaba únicamente al descubierto uno de sus ojos. Las mujeres iban completamente tapadas pero en 1936 se prohibió el uso de este traje ya que se utilizó para ocultar algunos delitos. Actualmente únicamente se utiliza en las fiestas patronales. El traje se compone de unas enaguas blancas, una camisa blanca con encajes, una saya negra sujeta a la cintura y un manto negro que tapaba de arriba a abajo a la mujer dejando solamente un ojo al descubierto. En la confiteria había varios cuadros donde aparecían estas mujeres.


Cerca de la judería hay una estatua de una cobijada y por supuesto hay un museo en el pueblo donde poder admirar el traje así como otros muchos objetos típicos de Vejer. Me pareció una visita muy interesante. El museo se encuentra en la judería justo al lado de una calle estrecha conocida como el Arco de las Monjas. Es una de las calles que más me gustaron. En realidad toda esta zona es preciosa. 

 Estatua de la cobijada con el pueblo de fondo

Arco de las Monjas

Una calle de la Judería

Museo de Vejer, a la izquierda

También se puede visitar el palacio del Marqués de Tamarón, la Casa del Mayorazgo y una casa típica vejeriega que han reconstruido cerca de allí unos jóvenes o eso me pareció entender. Me pareció que recreaba perfectamente las casas de aquella época.Otra de las cosas que se pueden hacer en Vejer es visitar algunos de sus patios llenos de macetas con flores aunque la mayoría de estos patios son de titularidad privada.

 Casa típica vejeriega

Por la tarde nos acercamos a Conil, un pueblo también blanco y con mucho ambiente. Estuvimos en una de sus playas bañándonos y tomando el sol. Lo que más me gustó del pueblo fue la plaza de Santa Catalina y alrededores.

 Conil visto desde la playa

La Plaza de Santa Catalina


Por la noche regresamos al Puerto de Santa María, siempre animado y lleno de vida. Salimos a dar una vuelta y descubrimos el Castillo de San Marcós, uno de los principales monumentos de la ciudad.

 Castillo de San Marcos

Al día siguiente pasaríamos el día en Cádiz disfrutando de algunas de sus playas pero eso os lo contaré otro día. Ahora os dejo con Can't feel my face de The Weeknd. À bientôt!!!


                                                      

4 comentarios:

  1. Que buen post y que bonitas fotos! Me lo apunto para escaparme algún día :D

    Besos y feliz semana mi ChicAdicta!
    www.piensaenchic.com

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    1. Te encantaría! es un sitio especial! Saludos de tu chicAdicta jeje! bsitos

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  2. Pues prácticamente coincidimos en todos los sitios! Vejer me gustó, pero me habían dicho que era tan tan tan bonito que me decepcionó un poco, me crearon demasiadas expectativas, jaja!

    Besos rojos por doquier!

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    1. Vejer es muy curioso y un pueblo bonito que merece la pena pero es cierto que también me decepcionó un poco porque había oido hablar maravillas de este pueblo y, en mi opinión, hay otros pueblos más bonitos. Un saludo.

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